¡Muy buenos días! Esta mañana mientras hacía mi rutina de limpieza facial me he dado cuenta de que tenía que dedicar un post a mi crema hidratante salvadora de estos últimos años, os hablo de la hidratante de la marca Avène -o Eau Thermale Avène, como se prefiera. Este pequeño tubito consiguió que mi cara dejara de parecer la piel de una serpiente, ya que muchas cremas me irritaban la piel y me la dejaban con rojeces o directamente me dejaban la cara reseca (eso si, siempre a base de ser constante, uno no puede esperar a aplicarse un producto un día y que al siguiente ya haya obrado la mano de Dios).
Este es un producto oil-free y puede usarse en todo tipo de pieles: sensibles, normales, mixtas y grasas. Tiene un olor a la típica crema de manos, pero es un olor agradable, y enseguida puedes notar la piel finita. También hay que mencionar que lleva protección solar de nivel 20 (SPF), es antioxidante y no produce alergias de ningún tipo ¡no se puede pedir nada más!
Su precio creo recordar que rondaba los 15 euros, pero ya se sabe que con productos para la cara nunca hay que escatimar a no ser que queramos que se nos caiga la cara a trozos.
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